España. El incendio originado en la noche del sábado por un rayo seco en Vall d’Ebo sigue sin control ya se ha convertido en el peor de la década en la Comunidad Valenciana. La última medición estima en 6.500 las hectáreas calcinadas y la previsión es que pueda llegar a las 8.000 en las próximas horas, con un perímetro circular de más de 50 kilómetros cuadrados que ha provocado ya la evacuación de 1.200 personas, según datos de la Generalitat.
Así se ha transmitido en la reunión en el puesto de mando avanzado y a la que ha asistido los alcaldes afectados. Enrique Moll, primer edil de Pego, que ha confirmado que hay tres frentes activos que preocupan. El primero avanza entre los municipios de Adsubia y Pego y ahí se centran los esfuerzos para evitar que salte la carretera y se adentre en la provincia de Valencia, hacia Villalonga. El otro frente está en la Vall d’Alcalá y ronda el Barranco del Infierno y un tercero, el más preocupante, afecta a Castell de Castells que podría provocar el desalojo de la localidad de Tollos como los que se han sucedido a lo largo de la noche. El diputado de Emergencia de la Diputación de Alicante, Javier Sendra, ha confirmado ahí se están concentrado también medios terrestres para conseguir que las carretera CV-720 pueda actuar de cortafuegos.
70 en viviendas de los municipios de Castell de Castells y Adsubia, hacia donde caminaban las llamas han tenido que abandonar sus viviendas. Con estos son ya más de 1.000 lo vecinos de varios pequeños municipios de la comarca de la Marina Alta los que han tenido que abandonar sus casas y refugiarse en albergues habilitados en el Espai vecinal de Pego y el Colegio Ambra de la localidad, asistidos por la Cruz Roja y con el miedo en el cuerpo.
Los vecinos de Vall d’Ebo, Benirrama, Benialí, Alcalà de la Jorada y de la pedanía del Calvario de Pego ven con temor cómo el incendio está devorando una zona de alto valor ecológico, sus cultivos y sus viviendas, dejando más problemas que los que ya viven en esta zona a causa de la despoblación que empezaba a revitalizarse a través del turismo rural.
Las previsiones, sin embargo no son desfavorables porque se espera que el viento no favorezca la extensión y la humedad irá subiendo hasta alcanzar el 95% esta noche.