José Rafael Sosa
El cuartico una grata y sorprendente fábula social que logra el éxito uniendo humor y sátira social, por la noble e idealista intención de su concepto, el desempeño coral interpretativo, por su modesta y efectiva producción, incluso a pesar de un par de sobreactuaciones que debieron quedar en los garfios del cuarto de edición.
La comedia de trasfondo social es un proyecto de cine inspirador, de una temática actualizada: los traumáticos protocolos migratorios norteamericanos y las líneas fronterizas que dividen en trozos, irracionalmente, la raza humana.
El Cuartito, como comedia de trasfondo social, es una de esas producciones en las que se parte de un concepto marcadamente social, que evita el panfleto, que acierta en la química entre sus cinco intérpretes gracias a una inteligente disposición de sus líneas, para lo cual el papel del guión resultó fundamental.
No es una película que se deba tomar a pie juntillas. No presenta detalladas realidades. La dirección de arte hace sugerencias del ambiente para que la imaginación del cinéfilo juegue con ellas: Las normas de seguridad de los retenidos en migración, son insuficientes y obviamente que faltó personal adicional, la foto del presidente norteamericano nunca se coloca a disposición de los reclusos (incluso por la seguridad misma) y el cuartito es un salón bastante amplio y cinematográficamente correcto para permitir un amplio movimiento de cámaras.
Las actuaciones
Resalta la calidad interpretativa del conjunto de las puertorriqueñas Claribel Medina (actriz, cantante y presentadora con carrera en Argentina) e Isel Rodríguez (profesora de teatro, feminista y co-protatonista del montaje teatral Noche de Jevas), Fausto Mata (en algunas fichas técnicas que circulan en medios latinoamericanos se le pone el apellido Mato) , el mexicano Ianis Guerrero (Serie Cuervos) y el español Mario de la Rosa (Suarez, jefe del equipo policial operativo de La Casa de Papel) y que ahora hace de traumatizado vocalista de rock en procura de volver a escenarios tras destrozar su carrera por los excesos propios del medio artístico.
Hay dos sobreactuaciones de Claribel Medina y el actor que hace de manager del cantante de rock, que pudieron haberse evitado, pero en modo alguno deslucen la labor interpretativa de conjunto, responsabilidad en manos de talentos que obviamente se entregaron a un guión que de muchas formas les tocan en lo personal y lo social.
Fausto Mata y su talento
De Fausto Mata hay que hacer un aparte: es tremendo actor con recursos que puede desplegar en pantalla siempre que una dirección le proporcione un papel que lo sustente y que se aleje de los arquetipos repetitivos que han caracterizado su carrera. Fausto Mata, inserto en un esquema fílmico no tradicional y a pesar de ser comercial, puede resultar un talento rico y diverso.
Hay que verla
El Cuartito no solo cuenta una historia humana de vidas y roles que se entrecruzan en el fuego cruel y cruzado de los egocéntricos trámites migratorios. Es una hermosa historia del amor integral de la humanidad por sí misma. Ya tiene programación multinacional establecida, sobre todo en América Latina.
Weisner y el buen cine
Cinthia Weisner, responsable de programación buena parte del cine de calidad en festivales asume su primer reto cómo, sale airosa como productora al lograr un proyecto que vincula humor, mensaje social, una acertada selección de talentos actorales y el enfoque que aporta el director argentino Marcos Carnevale (Corazón de León,2012) y Elsa y Fred (2005).
Lo que han logrado Cinthia Weisner, conocida por su rol de distribuidora y curadora cine independiente iberoamericano, en este su primer proyecto como productora, junto al director, el argentino Marcos Carnevale (Corazón de León, 2013, – (que trajo en 2015 al Festival de Cine de Fine Arts la propia Weisner) y el adorable romance de cuarta edad Elsa y Fred (2005).