A propósito del cónsul dominicano en Puerto Rico

Por: Raúl Mejía Santos
Profesor

Artículo de opinión 

Esta semana sale a relucir un artículo en un diario digital de San Juan, Puerto Rico, donde se le pregunta a distintas personalidades de la comunidad dominicana sobre el trabajo consular del honorable Opinio Díaz Várgas, esto a propósito de su destitución del cargo mediante decreto presidencial emitido recientemente en República Dominicana. 

El honorable cónsul ha ejercido la función casi dos años, desde que el presidente Luis Abinader tomó las riendas del país. 

Llama la atención que varios compatriotas que emiten opinión en la mencionada pieza pertenecen, o en algún momento se han identificado, con partidos políticos de la oposición. 

No obstante, en una sociedad liberal, pluralista y democrática, donde se protege la expresión del pensamiento, cada cual emite su criterio sobre temas de interés social. 

Eso no preocupa, todos tenemos nuestras inclinaciones y preferencias políticas. 

En cambio, lo que sí sorprende y hasta desilusiona es que se emitan juicios valorativos sin tomar en cuenta los hechos que han marcado la exitosa gestión del cónsul durante su corta estadía en la ciudad capital. 

Antes de seguir es preciso dejar patentemente claro que no somos empleados del consulado, ni recibimos mandato del cónsul para emitir criterio alguno, mucho menos prebenda a nombre suyo. 

No es nuestro estilo, la ética personal vale mucho más.
Seremos breve, solo reseñamos unos ejemplos. 

Cabe mencionar que el cónsul general Opinio Díaz Várgas, mantuvo relaciones muy estrechas con las autoridades en la isla del encanto, tanto funcionarios del Departamento de Estado, la Gobernación y la Oficina de la Comisionada Residente en Washington. 
Esa dinámica le permitió trabajar de cerca con quienes establecen la política pública en Puerto Rico, aquellos que inciden directamente sobre la diáspora dominicana en la isla. 

Esos funcionarios locales, junto a amplias comitivas de empresarios puertorriqueños, le acompañaron en cuatro misiones económicas a República Dominicana, cumpliendo el cónsul con su encomienda de proyectar las ventajas de invertir en suelo quisqueyano. 

El país necesita capital extranjero para impulsar el desarrollo económico nacional, Opinio Díaz Várgas, como jefe del cuerpo consular lo entendió. 

Otro ejemplo favorable de su gestión fue suscribir acuerdos con entidades universitarias para desarrollar proyectos y actividades educativas, conducentes a la formación y capacitación académica superior de los dominicanos en Puerto Rico. 

Tal es el caso de Caribbean University, cuyo acuerdo fue pactado en junio del año en curso siendo titular de primera plana en los diarios nacionales. 

Nos viene a la memoria una expresión coloquial que dijera en un breve encuentro que tuvimos recientemente: “Raúl, el dominicano debe prepararse, estudiar, para seguir aportando a este gran pueblo hermano”. 

Como docente no solo estuvimos de acuerdo con esa manifestación espontánea suya, sino que me alegró mucho porque esa colaboración institucional facilita la formación de nuestra gente, algo que nos engrandece como comunidad. 

El visado H2B fue una gran conquista de su labor consular. 

Por primera vez en la historia se logra incluir a República Dominicana en el conjunto de países autorizados por el Departamento de Estado de la federación norteamericana para reclutar trabajadores no inmigrantes con propósitos de brindar servicios no agrícolas en todas las jurisdicciones de Estados Unidos. 

Este acuerdo de visado preferencial permite que empresas puertorriqueñas, por ejemplo, con el aval de las autoridades federales, recluten en República Dominicana para suplir la necesidad de obreros en diversos campos de la industria y economía local. 

Si analizamos su trabajo objetivamente debemos concluir que su gestión al mando del cuerpo consular dominicano en San Juan, Puerto Rico, fue favorable. 

Demostró ser un funcionario eficiente y capaz. 

Por último queremos destacar que las puertas del consulado en la ciudad capital siempre estuvieron abiertas para este servidor. 

No solo eso, no hubo una llamada, o un mensaje de texto, a su número personal que el amigo Opinio Díaz Várgas no contestara personalmente. 

Lo que demuestra la apertura y transparencia de su trabajo consular. Le deseamos éxito en sus faenas futuras.