La desolación de tener un pariente intubado por el coronavirus

Centros de covid siguen llenos con pacientes graves

Por Brenda Feliz

Las lágrimas no tardaron por aflorar en el rostro de Elena Paula, quien desde el patio del Hospital Moscoso Puello, narraba que su padre, de 73 años, está entubado y en estado muy delicado por causa del coronavirus.

Contó que trasladó a su padre de Villa Altagracia a ese centro de salud en donde tiene 9 días interno. Y con una incógnita en el rostro, sostuvo que cuando la ambulancia dejó a su padre su apariencia era buena.

“Él estaba fuerte y activo, sin embargo, ahora está en una situación que solo estamos esperando que sea lo que Dios quiera”, expresó mientras su voz se apagaba y las lágrimas ya eran abundantes.

Aunque los doctores le dicen a Paula que se puede ir a su casa, ella amanece en el hospital en espera de una noticia que le devuelva las fuerzas, pero indicó que su angustia e incertidumbre se incrementan con los pocos detalles que obtiene del estado de salud de su padre por parte de la doctora.

“Solo me dicen que está grave, que está entubado, en estado delicado y que su pronóstico es reservado. No me dicen más nada, simplemente eso y es difícil la situación”, exclamó, al tiempo que manifestó que ya no sabe qué decirle a sus hermanos, porque cada día la doctora le ofrece la misma información.
Un poco más calmada que Paula, la señora Carmen Francisco expresó que su esposo, que tiene 72 años, lleva 8 días interno y está entubado.

Explicó que hace dos meses su esposo se colocó la segunda dosis de la vacuna contra la covid-19, pero que a pesar de sufrir de hipertensión, diabetes y cáncer dejó de usar mascarillas y compartía en grupo.

En ese contexto, Francisco expresó que aunque las personas estén vacunadas deben seguir cuidándose.

Ambulancias en espera. Hace varias semanas que el hospital Moscoso Puello no da a basto por la gran cantidad de pacientes graves por el coronavirus.

La situación es tan grave que las ambulancias que trasladan al centro a los pacientes deben esperar a que se vacíe una cama en la sala de internamiento de covid-19, para que los doctores le devuelvan su camilla y poder regresar a atender más urgencias.
Trascendió que la semana pasada se juntaron doce ambulancias por varios minutos, esperando su camilla, debido a que en el hospital se está evitando sentar en silla a los enfermos.

Ayer había varias ambulancias varadas. Algunas daban vueltas porque no hallaban parqueo.
Este es el escenario que día tras día se vive en ese lugar; personas a las que se les escapa la vida, parientes angustiados y ambulancias sin poder continuar su trabajo.