Por Dominga Valdez
Santurce, Puerto Rico. Con el lema «Un Grito por las que ya no están, fue realizada este fin de semana una vigilia pidiendo el cese de los constantes feminicidios en la isla.
El encuentro fue realizado en la Plaza Barceló, del sector de Barrio Obrero y organizado por la Fundación Mujeres Dominicanas Valientes, que preside la coach Blanka Vargas.
«La violencia contra la mujer es un asunto que se les debe poner más atención, nuestras hermanas continúan cayendo a manos de los machistas abusadores, las madres igualmente debemos de continuar educando a nuestras niñas desde los hogares sobre violencia de género y machista», dijo la también conferenciante y maestra de ceremonias.
En el encuentro que participaron mujeres dominicanas y puertorriqueñas y estuvieron presentes también miembros de la comunidad quisqueyana.
Asimismo participaron el ex diputado de Ultramar por la circunscripción número dos, Levis Suriel el líder deportivo Francisco Batista y el ex cónsul dominicano Rolando Acosta, quienes rechazaron la violencia contra las mujeres.
Blanka Vargas, quien es una gran activista en Estados Unidos, en contra de la violencia de género, habló de las mujeres que han sido impactadas a través de su fundación.
«En estos diez años al frente de la Fundación Mujeres Valientes, hemos rescatado a tantas mujeres, las ayudamos a educarse, empoderarse, a través de talleres y charlas, asimismo hemos logrado impactar a más de un millón de mujeres, porque cuando el mensaje es grande y poderoso, llega a las que sí necesitan el mensajes», expresó.
Exhortó a las féminas presentes a educarse para no permitir ciclos de violencia en sus vidas y hogares.
«El feminicidio es la última etapa de la violencia de género, la etapa más peligrosa porque está no tiene remedio, por eso las víctimas deben con urgencia buscar las ayudas oportunas, para recibir ese apoyo que puede salvarles la vida», apuntó.
Durante la vigilia varias mujeres presentes ofrecieron sus testimonios de cómo lograron salir del ciclo de la violencia doméstica que vivieron años atrás.
Al concluir la vigilia los presentes portaron en sus manos velones encendidos, en señal de duelo y respeto por todas las víctimas de feminicidios en Puerto Rico y exclamaron a viva voz.»Juntas, somos más».