Por Alejandro Jáquez, abogado y político dominicano.
Villa Bisonó, Navarrete, fundada el 20 de octubre de 1961, tiene sin dudas una ubicación geográfica envidiable y estratégica, con riquezas inmensurables, sobre todo, una capacidad de lucha admirable de hombres y mujeres de trabajo, respeto y familias de largas tradiciones que, a base de trabajo, colocaron nuestro nombre en todo el país.
Creadores de marcas reconocidas nacional e internacionalmente, el posicionamiento y colocación de nuestros productos de tabaco, teniendo una de las industrias más antiguas del país como la fábrica Linda, creada el 30 de marzo de 1966 con el nombre de Transagricola; zonas francas y una micro economía bastante diversa, esto sin contar que hemos aportado más 45% de todo el material de agregado utilizado en la provincia de Santiago.
Una inmensa diáspora que ha salido en busca de sus sueños en las allendes de nuestras fronteras y que se mantienen conectados emprendiendo, invirtiendo y aportando acciones en beneficio del pueblo, artistas locales que ya trascienden la esfera internacional, comediantes, influencers y actores. Esta sociedad está viva, y debe entender el rol que nos toca jugar en estos tiempos.
Duele e indigna ver que solo se resaltan las cosas negativas de mi pueblo, que la gente no quiere detenerse por un momento y preguntarse: ¿En qué estoy fallando? ¿Qué debo mejorar? Tenemos un culpable para todo: los políticos, la policía, el ayuntamiento o el gobierno.
Esta sociedad ha perdido la capacidad de asombro, no entiende que como en todo rebaño hay gente que vive del caos y que su rol es dividir para poder vivir, sin importar que la gran mayoría se vaya al carajo, porque, basado en la teoría que para salvarse uno tiene que morir la mayoría, una teoría de perdedores y de cobardes, la vida es más que eso, es ser capaz de transformarnos a nosotros mismos, de crear nuestras propias oportunidades y de forjar nuestro propio legado.
Un ejemplo de ello es el tema de la basura, no es un asunto exclusivo del Ayuntamiento, el tema de la basura es un asunto de conciencia ciudadana, educación, planificación y un problema económico, pero el problema es mundial y hay que sentarnos a verlo con objetividad, ¿cuántos obreros recogen la basura? ¿cuántos negocios? ¿cuántos hogares y ciudadanos generan a diario desechos sólidos? ¿cuánto pagamos al ayuntamiento para recibir un servicio de calidad? ¿cuáles son las políticas de desarrollo y de educación del ayuntamiento? ¿A quiénes estamos educando?
Todas estas preguntas tienen que tener respuesta, no importa cuánta voluntad pueda tener un hombre si no tiene un equipo, no es nadie ni podrá cambiar nada: podrán recoger todo los días hasta el final de los días, pero si no nos educamos seguiremos en lo mismo.
Navarrete ha perdido la unidad de los grupos sociales, ya el teteo y las drogas, los atracos y los accidentes, sin contar el sicariato, son algo normal y en los últimos días los muertos por alcohol adulterado comienza a manifestarse y nada nos sorprende, hay un grupo con una agenda para desacreditar y chantajear a todo el que no le favorece, nuestra clase política lejos de unificar criterios en beneficio de Navarrete estamos por nuestro lado.
Los grupos sociales sólo emprenden acciones individuales y no hay un liderazgo maduro, todo lo contrario, estás descalificado si no comulgas con las ideas de ciertos actores sin dejar de contar que hay un grupo de honorables que se dedicaron la vida entera a hacer fechorías y hoy son más santo que los del Santoral.
Peor aún, los nuevos líderes, un grupo de irrespetuosos que aspiran ser respetados, mismos que emprenden acciones en beneficio de su propia agenda, hoy, viendo desde fuera, qué hacer, dejarlo todo atrás o atrevernos a desafiar con acciones contundentes.
Hay algo que nos mueve, decidimos caminar en el mundo de la política y eso nos separó y nos agrupó en una esquina muy bien definida, pero no tiene sentido si esto no es para servir por eso hoy decidí comenzar a retomar una agenda de acciones, no solo desde la crítica constructiva y narrativa de los problemas, sino desde una experiencia de Estado acumulada que debe servir a nuestras autoridades para resolver los problemas, con acciones maduras y en vías de destacar lo mejor de mi pueblo.
Desarrollaremos una campaña de orgullo de nuestra comunidad luchadora y esperanzadora, amar un pueblo no es destruir, es fortalecer, es creer, es emprender acciones, no acabar con todo, es ayudar a otros y eso nunca lo dejaremos de hacer, la diferencia es que no necesitamos una publicación ni jugar con la dignidad de la gente.
¡Navarretense! levanten su orgullo, no dejemos que nos aplaste la miseria, vamos a devolver sonrisas de respeto a los que viven en la amargura y la envidia, vamos a cambiar nuestras estrellas y dejar un legado en cada persona que sueña y quiere un pueblo más unido, vamos a promover más el arte y los deportes, más acciones sociales, más eventos que unifiquen; ¡Vamos Navarrete! hay un universo después de nuestras fronteras que nos esperan para «Amar a Navarrete».