Luego del tortuoso y necesario encierro del 2020, el Caribe es una opción ideeal para disfrutar, asolearse, darse un buen chapuzón y, sobre todo, relajar la mente de todos los estragos que nos ha causado la pandemia del coronavirus.
Empecemos con Jamaica!
Para disfrutar de esta isla tentadora debes contar con exámenes médicos, para que ellos estén seguros de que no eres vía de contagio del virus.
Un test de antígenos negativo o un resultado de prueba de PCR negativo, realizados como máximo tres días antes de la salida del primer tramo del viaje.
Barbados
La isla caribeña de Barbados comenzó a recibir de nuevo a los viajeros internacionales desde julio del año pasado. Todavía tiene implementadas ciertas medidas sanitarias y de seguridad para proteger a los locales y visitantes.
Para viajar a Barbados, es necesario hacerse una prueba PCR máximo tres días antes de la llegada. Se recomienda cargar el resultado negativo de la prueba en el formulario en línea de aduana e inmigración, que debe ser completado 24 horas antes de la llegada.
República Dominicana
Los viajeros deben completar un «Billete electrónico«, que generará un código QR necesario para presentar a la llegada. No obstante, aquellos que en las últimas dos semanas previas a su viaje hayan estado en el Reino Unido y lleguen sin una prueba de PCR negativa, emitida como máximo 72 horas antes de la salida, están sujetos a una prueba a la llegada y a hacer cuarentena durante 7 días por cuenta propia.
Bahamas
Este pequeño país caribeño da de nuevo la bienvenida a los visitantes internacionales. Se pide que los viajeros tengan una prueba PCR negativa tomada máximo cinco días antes de la llegada, que debe cargarse a la aplicación Bahamas Travel Health Visa (Solicitud de visa sanitaria de viaje), y que también debe presentarse al llegar. La tarifa de la solicitud incluye el seguro de viaje para COVID-19.
Costa Rica
En este destino no es necesario presentar una prueba PCR, pero todos los viajeros deben rellenar un Pase de salud antes de viajar a Costa Rica. También deben tener un seguro de viaje vigente que cubra los gastos relacionados con la COVID-19, como alojamiento durante la cuarentena y costes médicos.