Por Raúl Mejía Santos
Las circunstancias propias del activismo político a favor de la propuesta de cambio, particularmente en el exterior, dieron oportunidad de conocer muy de cerca al amigo Leonardo Faña, presidente del frente agropecuario del PRM y quien fuera designado como director del IAD-RD al inicio del presente cuatrienio. Afable, ameno, campechano, hospitalario, fueron cualidades que desbordaban su grandiosa personalidad.
Iniciando contactos para avanzar la agenda política que dirigió durante el último proceso electoral, rápido supimos que su trabajo político y calidad humana rendían frutos al PRM, a la sazón partido opositor enfrascado en una lucha casi desigual contra el PLD. En el campo, la oferta electoral del PRM no arrancaba. Fue tarea del amigo Faña cambiar el panorama.
Como imán atraía, llamaba la atención a su alrededor. Con su insistente y llano discurso a favor de las propuestas agrarias del actual gobierno, cautivo al campesinado dominicano en su inagotable recorrido por el territorio nacional. El equipo de dirigentes que le rodeaba siempre resaltó su afán de trabajo, ya que quedarse en casa lo inquietaba. Prefería lanzarse al ruedo amaneciendo para llegar temprano a su destino en el interior del país y cumplir con todos sus compromisos diarios.
Leonardo Faña no es un improvisado, sino un experimentado dirigente con una visión clara de las prioridades del sector agropecuario nacional y cómo impulsar la producción local para fines de consumo y exportación. Al filo de la contienda electoral llevaba más de cincuenta años de activismo político, identificado con las mejores causas del sector agropecuario.
Recuerdo un encuentro que sostuvo en La Vega con un grupo de empresarios arroceros un sábado en la mañana, a pocas horas de nuestra llegada al país. Escuchó las inquietudes de todos allí congregados y luego de probar un exquisito café recién colado empezó a explicar detalladamente las propuestas para el sector arrocero del actual mandatario. En un momento, en medio de su brillante ponencia, pidió nuestra breve intervención para explicar la dinámica del sector agrícola en Puerto Rico, la poca producción en la isla vecina, y el potencial para el sector agrícola dominicano. Aquella audiencia quedó satisfecha y más aún convencida del respaldo al proyecto político que impulsaba Leonardo Faña.
Los aires del Cambio agropecuario luego se dirigieron hacia la provincia Duarte, Las Coles, donde se produjo otro encuentro con dirigentes del campo y activistas políticos en horas de la tarde, para luego concluir con una juramentación en masa de exdirigentes del partido oficialista en aquel momento. El centro comunitario del municipio de Las Coles quedó chico, para acomodar la cantidad de gente que fue a presenciar aquel evento. La noche quedó sellada con la expresión espontánea de una anciana que gritó a todo viento: “aquí se desinfló el PLD”.
Preciso que en aquellos días sonaba en la palestra la denuncia de corrupción hecha por el amigo Leonardo Faña contra sectores del danilismo, especialmente con el tema de las visitas sorpresas y el dispendio alegre promoviendo la figura del entonces mandatario, Danilo Medina, y su candidato palaciego.
Enfrentar a sectores tan poderosos crea ronchas, forja enemistades, deseos de venganza. Nuestro propósito no es pasar juicio sobre la situación que embarga al amigo Leonardo Faña y a toda su familia, más bien queremos reiterar su espíritu de lucha, su compromiso con lo correcto y seriedad ante todo. Me honra conocerlo, me honra considerarlo amigo.
El autor es dirigente del PRM en Puerto Rico