Revelan que uno de los militares al frente del golpe de Estado en Níger fue entrenado por EE.UU.

Los oficiales entrenados en el país norteamericano han participado en al menos seis golpes de Estado llevados a cabo desde 2012 en África.

El jefe de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Níger y uno de los líderes del reciente golpe de Estado, Moussa Salaou Barmou, fue entrenado por el Ejército de EE.UU., informa The Intercept, citando fuentes del Gobierno estadounidense.

Según la información disponible, Barmou se formó en la base de Fort Benning, estado de Georgia, y en la Universidad Nacional de Defensa de Washington.

Un funcionario estadounidense encargado de seguir los acontecimientos en Níger, que habló bajo condición de anonimato, confirmó al medio la relación de Barmou con el Ejército del país norteamericano y dijo que, probablemente, no es el único. «Estoy seguro de que descubriremos que otros [también] fueron socios [nuestros], han estado involucrados en compromisos de Estados Unidos», dijo refiriéndose a los miembros de la junta militar nigerina.

Sin embargo, el funcionario subrayó que Washington no tiene nada que ver con el golpe de Estado y que no podía haber influido de ninguna manera en el desenlace de los acontecimientos. «Entrenamos según las normas, las leyes de la guerra y las normas democráticas», afirmó. «Se trata de personal militar extranjero. No podemos controlar lo que hacen. No tenemos forma de detenerlos», agregó.

En 2021, Barmou declaró que tenía vínculos bastante estrechos con Washington. «Hemos mantenido una relación muy larga con Estados Unidos», aseguró el oficial, señalando que «poder trabajar juntos en esta capacidad es muy bueno para Níger».

Según The Intercept, los oficiales entrenados en Estados Unidos han participado en al menos seis golpes de Estado llevados a cabo desde 2012 en África, en países como Burkina Faso (2022), Guinea (2021), Mali (2020), Gambia (2014) y Mauritania (2008).

  • Un grupo de militares de la Guardia Presidencial nigerina bloqueó en la mañana del 26 de julio la entrada al palacio presidencial, situado en la capital del país, Niamey, y retuvo al presidente Mohamed Bazoum y a su familia. Al día siguiente, los rebeldes anunciaron el derrocamiento del Gobierno y la imposición de un toque de queda en todo el país entre las 19:00 y 05:00 horas, además de la suspensión del funcionamiento de todas las instituciones.