La 52ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se celebrará en Lima, Perú, del 5 al 7 de octubre de este año, por lo que la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA, preparó las resoluciones que deberán discutir los Estados.
Esas resoluciones, llamadas OMNIBUS no las elaboran embajadores, cancilleres, ministros o ministras de ningún país, sino la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA.
En un diálogo que se pretende sea democrático, los Estados bajo las órdenes de sus cancillerías, no de las iglesias, negocian las resoluciones que deberán ser aprobadas o no.
Grupos antiderechos que tienen una fuerte presencia en la OEA siempre intentan impedir el debate y los consensos a través de su estrategia preferida, mentir, desinformar e infundir miedo en los países con bajo nivel educativo como la República Dominicana.
En el caso de 52ª Asamblea, se están negociando tres grandes proyectos de resolución, uno sobre derecho internacional, uno sobre fortalecimiento de la democracia y uno sobre protección y promoción de derechos humanos.
En ninguna de las tres resoluciones, se ha incluido la palabra aborto o matrimonio homosexual como se ha vendido desde grupos antiderechos como la Iglesia Católica y sus aliados como la diputada Fior Daliza Peguero.
En ninguna de las resoluciones se habla de homosexualidad a los niños y niñas, es un chantaje para impedir que en el país se discuta el tema de la educación sexual en las escuelas.
De igual manera aclaramos que el tema del aborto no está en las resoluciones, lo que sí se está discutiendo es sobre los efectos multidimensionales de la pandemia de COVID-19, el fortalecimiento y el desarrollo de los procesos y sistemas electorales y de fortalecer la democracia.
Culminamos destacando que el lenguaje de diversidad, interseccionalidad e inclusión, hace décadas que forma parte de la agenda internacional de derechos humanos y ratificados recientemente en la Cumbre de Jefes de Estado, con chantajes no borrarán personas.