Brooklyn (EE UU): R. Kelly, estrella del R&B en la década de los 90, ha sido condenado a 30 años de prisión nueve meses después de ser declarado culpable por abusar sexualmente de varias mujeres y niñas menores de edad. En el proceso, que se prolongó seis semanas, decenas de personas testificaron en su contra.
Así se recoge en la sentencia emitida este miércoles por la jueza federal Ann Donnelly, después de que en la corte federal de Brooklyn (EE UU) el rapero haya sido señalado por al menos siete de sus víctimas en una audiencia de una hora.
Kelly, de 55 años, ha sido condenado por nueve cargos, incluido el crimen organizado y la violación de la Ley Mann, que prohíbe el transporte interestatal de mujeres y niñas con «fines inmorales».
Los fiscales lo retrataron el pasado año como «un depredador» al aprovechar su fama para quebrantar la ley. «Las décadas de delincuencia [de Kelly] parecen haber sido alimentadas por el narcisismo y la creencia de que su talento musical lo absolvía de cualquier necesidad de confirmar su conducta, sin importar cuán depredadora, dañina, humillante o abusiva para los demás, a las estructuras de la ley», llegó a valorar la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York.
Entre las víctimas que han estado presentes en la sesión judicial figuraba Jerhonda Pace, quien inició una relación con el cantante cuando era menor de edad. Según esta, el artista llegó a agredirla sexualmente. «Me hiciste hacer cosas que quebraron mi espíritu. Literalmente deseé morir por lo mal que me hiciste sentir», ha denunciado otra declarante.
El autor de I believe I can fly, que fue absuelto en 2008 en un juicio por pornografía infantil, se declara inocente de los cargos y afirma que las jóvenes denunciantes eran seguidoras suyas que «se morían por estar con él» y que solo empezaron a acusarle de abusos años después, cuando el movimiento MeToo ganó fuerza.
Además de los cargos federales que afronta en Nueva York y Chicago, Kelly es objeto de acusaciones a nivel estatal en Illinois y Minnesota.