El 4 de junio se celebra el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con la que se pretende conseguir la protección de los niños en situaciones de guerra y conflictos.
Los niños son los más vulnerables en este tipo de situaciones y reciben todo tipo de agresiones físicas, psicológicas y emocionales.
El objetivo final es construir un lugar seguro para los niños donde puedan crecer y desarrollarse como personas íntegras, sin el sufrimiento y el dolor que implican las guerras y los conflictos.
l objetivo es reconocer el dolor y el sufrimiento de estos niños y ser parte de un cambio de conciencia a nivel mundial para que todos nos impliquemos en esta causa.
Con ello, se reafirma el compromiso de la ONU de proteger y velar los Derechos del Niño.
Aunque las agresiones a los niños están prohibidas en las leyes de la guerra, la realidad es que ellos son los que más sufren las consecuencias.
Además del homicidio, la violencia sexual y el secuestro, muchos niños son reclutados como soldados y otros quedan abandonados sin ningún tipo de ayuda humanitaria. Escuelas y hospitales son atacados masivamente.
Según UNICEF, más de 230 millones de niños viven en zonas afectadas por conflictos armados. Eso supone la escalofriante proporción de uno de cada diez niños en todo el mundo.
En la actualidad, países como Siria, Yemen, República Centroafricana, Sudán del Sur o Nigeria son los que más sufrimiento infantil concentran.