«No hay ni habrá solución dominicana al problema haitiano»

Por Milton Olivo

«No habrá solución dominicana al problema haitiano«; es el grito de guerra del presidente Luis Abinader, respaldado unánimemente por todos los auténticos  dominicanos.

Esta frase refleja la postura nacionalista que ha caracterizado su gobierno en cuanto a la relación entre República Dominicana y Haití, y ha calado profundamente en el sentimiento popular.

 Ante una serie de desafíos que incluyen la migración ilegal, la crisis política y social de Haití, y la presión internacional, Abinader ha reafirmado una postura firme: la soberanía y los intereses dominicanos están primero.

Uno de los aspectos más visibles de esta política ha sido la militarización de la frontera y la construcción del muro fronterizo entre ambos países.

Estas medidas han sido justificadas por el presidente Abinader,  como necesarias para proteger la seguridad nacional, regular la migración y detener el flujo descontrolado de personas y mercancías.

En un contexto en el que Haití atraviesa una profunda crisis institucional y de seguridad, la militarización ha sido vista por muchos dominicanos como un acto de protección frente a un vecino inestable y en constante deterioro.

El apoyo popular a esta política es innegable. En las pasadas elecciones, Abinader recibió un respaldo casi unánime de la ciudadanía, en gran parte debido a su postura en temas de seguridad fronteriza y manejo de las relaciones con Haití.

El pueblo dominicano ha manifestado, a través de encuestas y resultados electorales, su deseo de mantener una postura firme frente a Haití, reconociendo la importancia de preservar la estabilidad y seguridad del país.

La construcción del muro no es solo un acto físico, sino también un símbolo del sentimiento nacionalista histórico de la población de la  República Dominicana.

La noción de que los problemas haitianos no pueden ni deben ser resueltos por los dominicanos ha ganado fuerza, consolidándose como un consenso en la sociedad.

Para muchos, esta es una cuestión de soberanía, identidad nacional y supervivencia en medio de las tensiones que históricamente han marcado la relación entre ambas naciones que comparten la isla.

Sin embargo, este enfoque no ha estado exento de críticas. Algunos sectores han advertido que la militarización y el muro podrían no ser soluciones sostenibles a largo plazo para abordar los problemas estructurales que afectan a Haití y sus efectos en República Dominicana,  aunque coinciden, que son acciones necesarias que demanda el momento.

Pero lo que queda claro es que, bajo el liderazgo de Abinader, el enfoque nacionalista en torno al tema haitiano sigue siendo dominante y respaldado por aplastante  mayoría del pueblo dominicano.

La frase «No habrá solución dominicana al problema haitiano» encapsula una postura que, lejos de ser pasajera, parece haber consolidado una visión de futuro para las relaciones bilaterales entre ambos países.

El autor es escritor y activista por una Quisqueya potencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Milton Olivo

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Milton.olivo@gmail.com

SANTO DOMINGO, R.D.

  

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