Una servidora, Mileyma Izquierdo Quezada, soltera, mayor de edad, nieta de doña Chicha. De profesión aprendiz de poeta e hija natural de Santiago, según obra en el registro civil de la tercera circunscripción, nacida y criada en toda la ciudad a causa de no haber tenido casa propia. Transcribe una canción de Serrat y con las fuerzas de que dispone suscribe, dos puntos:
Que las tradiciones nos definen como dominicanos y esto incluye al Carnaval independientemente del credo que usted profese. Véase con atención El Oso, La Muerte en Jeep, El Papelón, Se Me muere Rebeca, El Alrevés, Muñeco Rumbero, Califé y Roba la Gallina, donde sobresalía nuestro Raudy Torres y su comitiva, Los Lechones de Los Pepines, La Joya y Pueblo Nuevo.
Que el Monumento a los Héroes de la Restauración es el lugar más bonito del mundo, habiendo ya caminado por las calles del Madrid y la 5ta Avenida de Nueva York.
Que en el año 2006 una chica de clase alta muere a manos de unos ladrones para despojarles de un celular marca Nokia que al día de hoy no tenía Instagram, TikTok ni redes sociales.
Que en un domingo del mes y año en curso, mientras transcurría el carnaval de Santiago, muere un niño de once años de edad, en las proximidades del área monumental, en manos de la policía nacional — sí, así en minúsculas.
La alcaldía del municipio cabecera de esta provincia, motivada por la conmoción generada tras el trágico incidente ha suspendido todas las actividades vinculadas a la celebración del Carnaval para el domingo siguiente a la muerte del niño meritorio Donaly Martínez quien pronto asistiría a las Olimpiadas de Matemáticas que celebra el Ministerio de Educación.
Quien expone lo escrito, nunca fue a las olimpiadas de Lengua Española empero participó en sus años mozos en un concurso de literatura que realizó el colegio al que asistía y que le uniformaba de amarillo; aún conserva como un Premio Pulitzer una medalla de bronce que se colgó el cuello.
Una noche en su adolescencia, su madre al oír el ruido de los acostumbrados “tiros al aire” la despertó junto a su hermana y las abrazó debajo del hueco hecho de concreto que desempeñaba la función de closet en una casita de zinc.
Al momento de la redacción de este intento de artículo periodístico se anuda una garganta.
En la noche de anoche, la Ave. Las Carreras se vistió de luto con los pasos de los santiagueros que salieron a marchar por el reclamo de justicia para un niño inocente que su único delito fue estar en el lugar y la hora equivocada.
Diecisiete años después, entre una chica rica y un niño pobre, seguimos jugando a los policías y ladrones.
Simultáneamente, una reforma policial que “amaga y no da”, el descrédito al Ministerio de Defensa que no defiende y la desconfianza ciudadana que se acrecienta en competencia al alto índice de criminalidad en todo el país.
¡Qué culpa tiene el niño, qué destino tal cruel, una bala perdida que lo encontró a él!
Por eso y muchas deficiencias más, respetuosamente, sirva la presente para preguntar:
¿Quién le pondrá el cascabel al gato? —
Lic. Mileyma Izquierdo Q.
«Somos lo que hacemos día a día. De modo que, la Excelencia no es un acto sino un hábito».
(Aristóteles).