El 16 de agosto del 2006 Sergio Vargas se subía a un viaje político, el cual asegura no quiere volver a repetir. El Negrito de Villa había ganado una curul en la Cámara de Diputados, por el Partido de la Liberación Dominicana, representando Villa Altagracia.
Sergio habla con tono de dolor de la experiencia vivida durante esos cuatro años. Su queja se debe al mal manejo del dinero público y a la ausencia de un real trabajo a favor de la gente.
El merenguero (15 de marzo de 1960), que celebra este sábado los 35 años del nacimiento de su orquesta “La Filarmónica de Villa Altagracia”, nunca ha reparado en decir lo que piensa.
Su voz siempre ha retumbado ante el público no solamente por sus exquisitas interpretaciones, también por sus contundentes declaraciones sobre cualquier tema que se le cuestione.
“De volver a ser diputado la única manera que lo fuera es si tratara de un trabajo honorífico, gratis, y todos fuéramos allí por el interés de legislar a favor de la gente, pero jamás volveré a optar por un cargo político”, dijo.
No obstante aclaró que siempre será un ente de la política, una voz que hablará a favor de los necesitados, una filosofía de vida que ha asumido desde que pudo compartir lo que gana con la gente de su pueblo. “Vivo en Villa Altagracia en una casa sin puertas, en donde todos pueden llegar allí y encontrar un plato de comida caliente, donde todos los días atiendo a una gran cantidad de personas, que van en busca de que se le ayude para un receta, un ataúd o cualquier otra cosa. Y eso nunca lo he hecho con intención de ganarme el favor de la gente”, aclaró.