El féretro de Isabel II reposa en el salón de baile de Balmoral

El féretro de Isabel II reposa temporalmente en el salón de baile de Balmoral, donde se estrenó a los doce años en sociedad en The Ghillies Ball y bailó en sus años de reina con Felipe de Edimburgo. Se desconoce si se trata de un deseo expreso de la monarca, que guardaba grandes recuerdos de su estancia favorita en el castillo escocés.

El personal de Balmoral rendirá allí tributo a los restos mortales de la Reina hasta su traslado durante el fin de semana al palacio de Holyrood en Edimburgo y, posteriormente, a la catedral de St. Giles, en la milla real de la capital escocesa, que acogerá el primer baño de masas en los diez días que precederán al funeral en la abadía de Westminster.

La familia real al completo se desplazará probablemente hasta Edimburgo para participar en la ceremonia religiosa. Carlos III, que mantiene también un vínculo muy personal con Escocia a través de su residencia en Birkhall, tiene previsto iniciar aquí su primera gira como rey por las «cuatro naciones», con paradas en Irlanda del Norte y Gales, antes de regresar a Inglaterra.

La gente deja ramos de flores en el Palacio de Buckingham.