Un transformador explotó el martes en la presa Hoover, una de las instalaciones hidroeléctricas más grandes de Estados Unidos, lo que provocó una densa nube de humo negro y llamas que fueron extinguidas rápidamente. Nadie resultó herido por la explosión ocurrida cerca de la base de la presa, una maravilla de la ingeniería en el río Colorado que se sitúa en la frontera entre Arizona y Nevada.
La electricidad generada en la presa Hoover siguió llegando a los 8 millones de personas de Arizona, Nevada y el sur de California que dependen de ella, según informó la Administración de Energía del Área Occidental (WAPA, por sus siglas en inglés).
La causa del incendio está siendo investigada y las autoridades trabajan para determinar la magnitud de los daños en el transformador, uno de los 15 del complejo que controlan los voltajes de la energía enviada a los clientes.
El incendio se produjo alrededor de las 10 de la mañana y se extinguió media hora después, dijo Gould en un comunicado. La explosión captó la atención de los turistas, que dijeron haber escuchado un sonido de alarma y haber sentido que el suelo retumbaba debajo de ellos.