La importancia de la hidratación para evitar el golpe de calor

El verano suele ser esperado por todos por las vacaciones, las salidas al aire libre, los baños, etc., pero los días de alta temperatura y humedad (ola de calor) pueden transformarse en un gran riesgo para la salud, por lo que debemos estar informados y atentos para evitar que esto nos afecte.

Por lo tanto, prestar una especial atención a qué es el golpe de calor y a sus síntomas para reconocerlo, es de suma importancia.

QUÉ ES EL GOLPE DE CALOR

El golpe de calor es el incremento de la temperatura corporal como consecuencia de una exposición prolongada al sol, a altas temperaturas o a la realización de un esfuerzo físico intenso en ambientes calurosos, muy húmedos o con poca ventilación.

Ante estas situaciones, el cuerpo sufre importantes pérdidas de agua y tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración, produciéndose, como consecuencia, un aumento de la temperatura corporal.

Cuando el cuerpo alcanza una temperatura de más de 40 °C (durante periodos de 10 ó 15 minutos), estos mecanismos reguladores del calor, quedan superados y entran en shock, produciéndose entonces, el temido golpe de calor.

Los golpes de calor son más frecuentes al comienzo de una ola de calor, dándose en las primeras 24 ó 48 horas. Esto se debe a que el cuerpo aún no ha puesto en marcha los mecanismos de aclimatación.

CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL GOLPE DE CALOR

En el primer nivel, los síntomas habituales de un golpe de calor son:

  • Piel enrojecida, caliente y seca
  • Sed intensa y sequedad en la boca
  • Sudoración excesiva
  • Sensación de calor sofocante
  • emperatura mayor a 40 °

CÓMO PREVENIR UN GOLPE DE CALOR

  • Ante altas temperaturas, y en especial cuando se prevén olas de calor, evita realizar comidas copiosas, sigue una dieta equilibrada rica en vegetales, frutas y verduras. Además, beber 1 ó 2 vasos de agua en las principales comidas, te ayudará en la absorción de los nutrientes y las vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo, y así rehidratarte y recuperar el agua perdida durante el día.
  • En circunstancias normales, perdemos en torno a 2 litros y medio de agua al día por la sudoración, respiración, etc. Esta cantidad puede incrementarse con altas temperaturas, por ello, en situaciones de calor, debemos beber más agua durante todo el día, de forma constante, y sin esperar a tener sed, ya que esta sensación es ya un síntoma de alerta de nuestro organismo para indicarnos que la deshidratación ha comenzado.

Lleva una botella de Agua Mineral Natural siempre contigo. Tenerla cerca nos recordará que tenemos que tomar agua periódicamente.

  • En las horas de calor más intenso, es aconsejable permanecer en casa o en lugares frescos o a la sombra. En casa, mantén las ventanas, estores o toldos bajados mientras la temperatura exterior sea superior a la interior del lugar donde nos encontremos. Es conveniente abrirlas de noche, cuando refresca, para ventilar. Si permaneces varias horas en lugares con aire acondicionado, recuerda que puede incrementarse la pérdida de agua y tener una menor percepción de sed.
  • Si sales a caminar, correr o practicar cualquier deporte al aire libre en días con altas temperaturas y humedad, es conveniente cambiar la estrategia de entrenamiento para bajar la intensidad y/o la duración, así como establecer descansos más frecuentes y prolongados, usar vestimenta ligera y de colores claros, además de buscar los lugares más frescos y evitar la práctica del ejercicio cuando las condiciones son excepcionalmente calurosas y húmedas.

Y recuerda: debes tomar 500 ml de agua una o dos horas antes de iniciar la actividad, entre 100 y 200 ml durante el desarrollo de la misma, cada 20 ó 30 minutos de forma sistemática, o no pasar más de 10 km sin hidratarte, y, una vez finalizada la actividad, es recomendable beber 1,5 l de agua por kilo de peso corporal perdido.

  • Evita la exposición directa a los rayos del sol, sobre todo en las horas centrales del día. El sol intenso es uno de los factores externos que más facilita la evaporación de agua de nuestro organismo. ¡No dejes que tu piel y tu organismo se sequen por dentro!
  • Emplea crema con filtros solares (a partir de FPS 15) para proteger e hidratar tu piel desde el exterior. Es recomendable aplicarla unos 20-30 minutos antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada dos horas.

Fuente de la informacion.

El Instituto de Investigación Agua y Salud es una entidad de carácter científico y divulgativo, cuyo fin es desarrollar actividades encaminadas a la investigación y la difusión de las características de las aguas minerales, aportando documentación relevante basada en estudios e informes sobre este producto natural y su importancia para la salud,ha contribuido a impulsar este conocimiento científico a través de la Cátedra de Hidrología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.