Por Rafael Darío Durán Periodista y escritor
De cuando en vez me detengo a escuchar a Tito Rodríguez, nacido en Santurce, Puerto Rico, el 4 de enero de 1923 y fallecido en la Ciudad de Los Rascacielos, en New York de Frank Sinatra, el 28 de febrero de 1973, cuando hace la magistral presentación de su orquesta.
Siempre termino maravillado de la calidad de los músicos que integraban la orquesta del intérprete de la canción “Tiemblas”.
Confesaba el propio Tito lo exigente que era como director de su agrupación musical y sobre todo, a la hora de seleccionar sus músicos.
Pablo Tito Rodríguez Lozada, el nombre del artista, conocido también como El Inolvidable, supo integrar a excelentes músicos de todas las latitudes, incluyendo de República Dominicana, a su orquesta, que tenía un impecable sonido.
Después de la muerte del artista, quien falleciera de leucemia, muchos de esos músicos pasaron a integrar otras orquestas, como el caso del monstruo de la Fania.
Nadie puede negar el exquisito sonido de la orquesta de Tito Rodríguez, ni mucho menos la calidad de sus integrantes.
Pequeño de estatura, pero con inmensa capacidad musical y con una popularidad que persiste mucho después de su muerte.
La orquesta Big Band Latino de Tito, estaba compuesta por músicos de la talla del cubano Israel López (alias Cachao); el puertorriqueño Miguel Collazo, el timbalero que posteriormente estuvo en la orquesta de Richie Ray y Bobby Cruz y Marcelino Valdez, conguero de Cuba.
También, el pianista René Hernández (cubano), Rey Santos (Puerto Rico), que además de tocar varios instrumentos era arreglista; el trompetista mexicano David González y el barítono Mario Rivera, un músico dominicano muy apreciado en la orquesta de Rodríguez, entre otros.
Era tan exigente Tito Rodríguez a la hora de seleccionar los músicos de su orquesta, que el primer trompetista lo buscó en Roma, Italia.
Sin interés de denigrar a ningún género musical, exhorto a los jóvenes a dejar por un momento el ruidoso reggaetón y oír a la orquesta Big Band Latino de Tito Rodríguez.
Si eres amante de la buena música, es una experiencia que jamás olvidará.