Por Jhonny Trinidad
NUEVA YORK.- El cónsul general de la República Dominicana en Nueva York, Eligio Jáquez, asistió este jueves al velatorio del policía dominicano Jason Rivera, asesinado el pasado viernes en el vecindario de Harlem por el afroamericano Lashawn McNeil.
Jáquez acudió a la catedral de Saint Patrick, en la Quinta Avenida, de Manhattan, junto a una comisión de vicecónsules, el congresista Adriano Espaillat y otros funcionarios electos de origen dominicano.
Explicó que asistió al funeral en representación del Gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader, quien en todo momento se ha identificado con la familia del oficial Rivera.
«Hemos llegado hasta aquí para expresar nuestra solidaridad a los señores David y Ana Rivera, padres de Jason, y a su esposa Dominic de Rivera, a quienes reiteramos que pueden contar siempre con el apoyo de nuestra gestión y la del presidente Luis Abinader», declaró.
Aseguró que desde que ocurrió el tiroteo que cobró la vida de Jason y la de su compañero y compatriota Wilbert Mora, nuestro presidente nos ha solicitado que lo mantengamos al tanto de los acontecimientos y que seamos solidarios con sus padres, esposa y demás familiares, ya que perdimos a dos valiosísimos jóvenes», dijo Jáquez, quien entregó a los progenitores de Rivera una bandera de la República Dominicana.
La familia Rivera dijo que «nos sentimos muy agradecidos del gobierno dominicano, en especial del cónsul Eligio Jáquez por su apoyo y por este gesto tan hermoso».
Jáquez llegó acompañado de los vicecónsules Iván Tolentino e Isaura Nivar, así como otros servidores de la sede.
El cadáver de Rivera será cremado este viernes en una ceremonia a la que se espera que acuda el alcalde Eric Adams.
Rivera y Mora fueron baleados cuando, junto a otro oficial, acudieron a un llamado de emergencia de una señora que peleaba con su hijo en un apartamento del vecindario Harlem, en Manhattan.
La mujer nunca dijo que su hijo estaba armado con una pistola calibre 45, por lo que Rivera y Mora fueron sorprendidos por MacNeil, quien prácticamente los emboscó e hirió cuando llegaron al domicilio.
Rivera falleció el mismo día del tiroteo, Mora este martes y McNeil el lunes tras tres días de agonía.
La balacera ocurrió alrededor de las 6.30 de la noche en el 119 West de la calle 135.
McNeil, de 47 años, estaba en libertad condicional por un caso de drogas de 2003.