Por Agustín de la Cruz (Sugar).
New York, SL -El día que el servicio de impuestos internos de USA (IRS), decida comparar las declaraciones de ingresos de los artistas y empresas booking contra sus publicaciones en las redes sociales, se acabará el relajo de estar alterando la realidad de los contratos por presentaciones.
Lo último que debe perder un artista y la empresa que lo representa es la credibilidad, sobre todo con tanta tecnología a la mano con la que resulta fácil verificar la veracidad de las cosas.
No entendemos cómo se le ocurre al merenguero “Ala Jaza”, decir que tiene 50 bailes y que le están pagando cada baile a de 35 mil dólares cada una, a sabiendas que la realidad del espectáculo en Estados Unidos no es la mejor, considerando además que hace apenas unos meses cuando fue reabierto y aun no alcanza la normalidad.
Desde hace tiempo que se percibe en algunos artistas un irrespeto hacia el monto de ingresos por presentaciones y ventas de boletas de sus shows, alardeando de unos “Sold-Out” tan desacreditados que ni ellos mismos se los creen.
Debemos reconocer que sin lugar a dudas que el creador del ritmo “MamWali”, ha logrado conquistar el cariño del público, pero por respeto a esa popularidad no debiera olvidar que así de importante como su música e interpretación, también de su conducta depende la consagración como uno de esos relevos a que aspira nuestra bandera musical el merengue.