Santo Domingo, RD – En este momento yo estoy descorazonada porque ésta es una pérdida que nosotros no estamos preparados para asumirla… ni el país, ni el mundo de la música, sobre todo en medio de la angustia que estamos viviendo con esta pandemia. Y qué coincidencia de la vida que justo el lunes pasado Johnny Ventura fue mi ‘’coach’’ invitado de entrenamiento para el equipo que me toca orientar en The Voice Dominicana. Él aceptó mi invitación y pasamos un día entre risas, recuerdos y consejos a los jóvenes concursantes, haciendo el énfasis de su acostumbrada solidaridad.
Johnny llegó con su hijo Jandy a orientar esas nuevas voces que están tratando de trascender. Y que satisfacción me dio ver a su hijo solicitándole a la producción que le cuidaran a su viejo a quien le dijo ‘’papi me tengo que ir’’ dándole un beso en la frente.
La irreparable pérdida de Johnny Ventura para mí y mi equipo de trabajo, encabezado por mi Manager Pedro Núñez Del Risco es totalmente trágica y difícil de asimilar:
“Para nosotros y para todo el país así como la diáspora dispersa en cualquier parte del mundo ha partido un hombre que siempre estuvo ligado a los mejores intereses de su familia, su gremio y su Patria. Como artista, indudablemente fue el merenguero más trascendente que ha nacido en la República Dominicana. Fue tan diversa y emblemática su vida que abarcó desde un simple carbonero a un innovador merenguero, un ilustre diputado, distinguido alcalde de su ciudad natal Santo Domingo, y tuvo la osadía de completar sus estudios en Derecho a una edad adulta’’, así se expresó con orgullo su acongojado amigo Pedrito.
Al Caballo Mayor no hay quien lo pueda despedir, y solo Dios lo puede recibir. Nuestras más sentidas condolencias van a su esposa Josefina, sus hijos, nietos y biznietos. Paz a su alma.