Por: Jorge A. Abreu Eusebio
He de destacar, en prima facie; que, aunque no lo he tocado en el título de este artículo, señalamos cuán valioso es y ha sido José (Pepe) Mujica, quien decidió retirarse definitivamente del ámbito político activo, para dedicarse con plena holgura a vivir los años que Dios le depare, en las cosas que él disfruta y entiende son su mayor prioridad; y, que ha de entenderse, viviendo, lo que dejó y debió vivir en el transcurrir del tiempo. Un excepcional hombre de principios y de luchas en favor de la dignidad y democracia en el Uruguay y quien es un gran referente a nivel latinoamericano, caribeño y mundial, que representa, encarnado en su persona y en su trayectoria en la vida, los más puros y nobles ideales de aquellos prohombres que lo han enarbolado a lo largo y ancho de la historia como corolario de sus vidas. Hombre de lucha desde su juventud. Que por sus ideales y nunca claudicar, dio en favor de esas luchas, la mayor parte de su vida, dedicadas a las mismas, sufriendo el horror de la cárcel y las torturas. Un verdadero ejemplo de lucha, sacrificio, dignidad, patriotismo y honestidad. Nuestros respetos y admiración.
En la actualidad, Andrés Manuel López Obrador y Danilo Medina Sánchez, han señalado, respectivamente, uno en México y otro en República Dominicana, que se retirarán de la vida política partidaria; el uno, para irse y su casa; y, el otro, no aspirar a la presidencia ni a otro cargo en la dirección política del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Con todo sus derechos y razones, pueden tomar las decisiones que ellos entiendan más le convienen, por razones entendibles; pero, creemos no se puede dejar la cancha abierta, independientemente del relevo político generacional que dialécticamente han de operarse en el plano de las ideas políticas y la construcción de las maquinarias que han de lidiar para la conquista del poder, así como para continuar realizando los cambios que iniciaron y lograron en la detentación del poder y dirección del Estado.
Danilo Medina Sánchez, ha sido el verdadero constructor de la fuerza política del PLD; quien, a lo largo y ancho de la geografía nacional se dedicó en cuerpo y alma en hacer de esa organización política una verdadera maquinaria con la suficiente fuerza con vocación de poder, con los mayores estándares de dirección política en la implementación rigurosa y dinámica de la táctica y la estrategia; mientras, otros, solamente sacaron beneficios posteriores en la organización moldeada por él. Amén, de ser quizás, el mayor y mejor estratega político existente en el país, figura que a pesar de ser atacada con feracidad con todo tipo de armas y en todos los ámbitos, máxime en el familiar, se mantiene con una altísima tasa de aceptación, popularidad, respaldo y liderazgo; y, eso, a pesar de los elementos intrínsecos relativos a su salud, debe ser preservada para mantener un equilibrio en el tablero político; seguir fortaleciendo su organización y por ende el sistema de partidos; alejar las hienas que ven en esta eventualidad una oportunidad para atacar y tratar de llevarse consigo su presa que quizás vean de forma errática o no, que en esta coyuntura, está moribunda y pueda desaparecer o reducirse a la más mínima expresión, elucubrando, con un alto porcentaje de probabilidad, que el momentum, debe ser aprovechado al máximo para sacar ventaja.
Andrés Manuel López Obrador, independientemente de la decisión que piensa adoptar, debe mantenerse activo y vigilante, al lado de MORENA, de la presidenta Claudia Sheinbaum y de su pueblo, que lo ama y respeta, siendo un eslabón de capital importancia que coadyuve con su fuerza moral, liderazgo y experiencia para mantener a raya los lobos hambrientos disfrazados de ovejas que quizás puedan ver una oportunidad para clavar sus garras, aunque les resultará muy difícil con la nueva presidenta, quien también es una mujer de una férrea estatura moral, comprometida con los mejores intereses de los mexicanos, con vocación de servicios y de principios innegociables. AMLO fue blanco de los ataques más burdos y descarados para tratar de descalificarlo, embarrar su moral para que el pueblo le retirare su apoyo, ocurriendo todo lo contrario a lo previsto en esas sucias y falsas campañas para desacreditarlo, teniendo muchos de ellos que retractarse y reconocer sus fake news. No obstante, a esas masivas campañas infundadas contra López Obrador, su figura de fue agigantando cada vez más en la consciencia del pueblo mexicano y más allá de sus fronteras, convirtiéndose en un referente de moralidad a nivel local y geopolítico, que ha exhibido en su sexenio avances nunca jamás logrados en México, situándolo como potencia mundial económica en el lugar número once y número uno de habla hispana, con cero deuda externa; transformando, positiva y profundamente, la vida de los mexicanos, dotándoles de mayores estándares a nivel general y satisfaciendo las necesidades sociales y económicas negadas por aquellos que estuvieron dirigiendo los destinos de la nación durante muchos años, antes de su llegada al poder y encontrar un país descalabrado.
Si bien es cierto, que la experiencia nunca debe soslayar ni estar por encima de la inteligencia, tampoco la inteligencia debe subestimar o descartar a la experiencia, para que se puedan operar las transformaciones en las estructuras internas, que garanticen, la adopción de decisiones que deban ser respetadas para convertirlas realidad y partiendo de las circunstancias existentes en la actual coyuntura o en cualquier caso; Tampoco no es menos cierto que, como señalara el Generalísimo Máximo Gómez Báez: “Hay que tener muy en cuenta a los oficiales y los hombres de la cabeza blanca para llevar a cabo las operaciones militares y lograr el éxito”, porque estos son los más curtidos en el combate, los que más conocen las tácticas y estrategias del enemigo, son a quienes las tropas siguen férreamente por su liderazgo, decisión, confianza y valor; son a quienes prácticamente les confían sus vidas.
Sin temor a equivocarme, tanto Danilo Medina como López Obrador encarnan el equilibrio de la inteligencia y la experiencia como un todo; una relación de correspondencia biunívoca o de identidades recíprocas. Esos conocimientos y liderazgo no deben ser tirados a la basura, ni echarlos al zafacón del olvido histórico. Lo
mismo entendemos no debería pasar con Najib Bukele, Luiz Inácio Lula da Silva y otros líderes geopolíticos cuando dejen sus mandatos.
Enmarcando el enfoque en perspectiva: todo árbol que da frutos, con sus respectivos cuidados, debe seguir dándolos, aunque cada tiempo de cosecha traiga sus propias condiciones y les brinde su sombra hasta a quien le ha cortado sus ramas en alguna ocasión. Inequívocamente, cada árbol se conoce por sus frutos.
“Hay que seguir la lucha con lo que podamos hasta que podamos”. Benito Juárez.
El autor es egresado Cum Laude de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Analista Legislativo y Elaborador de Proyectos Legislativos.