POR YAMILETH SALAZAR
Cuando en 2018 el ingeniero venezolano Luis Enrique Polo creó un software para incrementar la transparencia de los productos frescos en las cadenas de distribución, no imagino que pronto sería aplicado por empresas de Estados Unidos, entre ellas Garland. En aquel tiempo, aún se hablaba poco de inteligencia artificial aplicada a la trazabilidad alimentaria.
Desde hace siete años, Polo trabaja en la perfección de la cadena de suministro de frutas y vegetales, transformando la manera en que compramos y comprendemos lo que consumimos.
Se trata de un programa adaptable, galardonado en el Supply Chain Excellence Award 2025 y hoy ampliamente utilizado en la industria del ajo y el jengibre en Estados Unidos.
¿En qué consiste exactamente la creación de Polo?
Garland Tracker sigue la ruta de frutas y vegetales desde el origen hasta el punto de venta, integrando variables como la temperatura y el uso óptimo. Es muy importante porque permite a los minoristas reducir costos hasta en un 20%, gracias a una mejor gestión de incidentes.
La herramienta, ya patentada en Venezuela y pronto en Estados Unidos, ofrece respuestas a la Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA), de la FDA, que busca fortalecer la trazabilidad y seguridad alimentaria en la cadena de suministro.
“He aquí la importancia de Garland Tracker, ante las exigencias de transparencia y visibilidad en los productos alimentarios, tanto por parte de los consumidores como de la legislación”, dice Polo.
Ingeniero electricista especializado en sistemas y automatización, con MBA y Máster en Logística, afirma que su desarrollo tecnológico está en sintonía con la evolución del comercio minorista, en el que las neveras inteligentes y las compras asistidas por IA están dejando de ser una promesa para convertirse en realidad.