Como acostumbran los pitchers grandes a través de la historia, el dominicano Cristopher Sánchez, de los Phillies, respondió con una salida excepcional a una anterior, que estuvo por debajo.
Sánchez en la salida anterior, vio quebrarse su racha de 10 aperturas seguidas permitiendo dos carreras o menos, al permitirles cuatro a los Medias Blancas de Chicago en seis entradas y un tercio el pasado 28 de julio.
Este domingo, frente a un mejor equipo como los Tigres de Detroit, que poseen el segundo mejor récord de las Mayores, rebotó lanzando ocho entradas en blanco, necesitando solo 84 lanzamientos, permitiendo cinco hits, otorgó un boleto y ponchó a seis para mejorar su récord en 10-3 y efectividad de 2.40.
El desempeño de Sánchez es tan bueno que en sus 22 aperturas, solo en dos no ha llegado a la quinta entrada y en una fue porque salió lesionado, luego de dos entradas frente a los Mets el 22 de abril y en la otra se quedó a un out de completar los cinco innings el 24 de mayo frente a los Atléticos.
La gran labor de Sánchez fue completada por su compatriota Jhoan Durán, recién llegado a los Phillies, quien montó un espectáculo de velocidad, y no permitió que la sacarán la bola del cuadro. Concluyó el juego con un bombazo de 102.5 mph. para ponchar a Riley Greene, que era el récord anterior para un lanzador de los Phillies y pertenecía al suspendido venezolano José Alvarado.
El show de velocidad de Durán incluyó cuatro de los cinco lanzamientos más rápidos de un lanzador de los Phillies en la era del seguimiento de lanzamientos (desde 2008) el domingo. Uno de 103.3 mph fue el pitcheo más rápido. Luego 102.7 mph; dos lanzamientos a 102.5 mph, que era el récord anterior de Alvarado.
Durán llegó a 18 salvamentos con efectividad de 1.93, siendo la respuesta para muchos fanáticos de los Phillies, que no estaban conformes porque entendían que habían cedido bastante futuro con el receptor Eduardo Tait y el lanzador Mick Abel, ambos entre los mejores 100 prospectos del béisbol.
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