La Formación Profesional (FP) es, junto a la dotación para becas y ayudas, una de las grandes ganadoras de los presupuestos aprobados en materia educativa. Un total de 775 millones de euros irán destinados a desarrollar, reformar y modernizar la FP en 2023, en línea con la apuesta que el Ministerio de Educación ha hecho por esta vía para atajar el desempleo juvenil y el abandono escolar.
La partida proviene de los 1.190 millones de euros de los fondos europeos asociados a los programas de gasto en Educación para el próximo año. Representa, por tanto, el 65% de los mismos, y se centrará en aumentar la empleabilidad de la población, adaptando sus competencias a la «realidad del mercado» y de las «nuevas profesiones del futuro».
Según figura en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado este jueves, el grueso de esos gastos (439 millones de euros) irá al programa de cualificación y recualificación de la población activa ligado a las cualificaciones profesionales. Esto es, a las formaciones dirigidas a trabajadores de empresas autorizadas, y al reconocimiento y acreditación de la experiencia laboral de ciertas profesiones vinculadas al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.