David A. Hernández
SANTO DOMINGO.- Pese a obtener anillos de Serie Mundial, ser famoso, acumular mucho dinero, ganarse el cariño de la gente, ayudar a niños con problemas cardíacos a través de una fundación, sobreponerse a la muerte, y ahora ser seleccionado a la Inmortalidad de las Grandes Ligas en Cooperstown, ¿a qué más puede aspirar en la vida David Ortiz?
El carismático Ortiz manifiestó su satisfacción con los logros obtenidos al pasar de sus años.
“Dios se ha pasado conmigo, me ha dado demasiado. No puedo pedirle más”, expresó el Big Papi, al dirigirse a la prensa nacional luego de revelarse que su nombre fue escogido para ser inmortalizado en el santuario del béisbol de Las Mayores.
Pedro Martínez, quien se encontraba sentado a la derecha de David, saltó de júbilo al escuchar a su compadre decir “Me veo un día predicando la palabra de Dios” lo cual provocó asombro y a su vez emotivos aplausos de los allí presentes.
El nativo de Haina indicó que los tiempos están cambiando negativamente y que por tal motivo las personas necesitan escuchar un mensaje que los reoriente.
“Están sucediendo muchas cosas que no van acorde con los mandatos de Dios. Pasemos la Palabra al prójimo para que se concientice y entienda que nada podemos hacer en esta vida sin Él (Dios)”, continuó diciendo.
Señaló que mientras más buenas obras se hacen y más personas se ayuden, Dios concederá la sabiduría para continuar en la vida.
Aseguró que pese a todo lo alcanzado, ha mantenido los pies sobre la tierra, gracias a escuchar los sabios consejos de su padre, don Leo Ortiz.
Aconsejó a la juventud a no temerle a los procesos porque de estos se aprende a valorizar las oportunidades y señaló que varias fueron situaciones de dificultad que le ayudaron a madurar.