Más productividad y menos rotación, las empresas que invierten en felicidad laboral cuentan con un mayor crecimiento económico

 

En un entorno laboral donde el estrés, la rotación y el ausentismo impactan la productividad, las organizaciones dominicanas apuestan por una nueva métrica del éxito: el bienestar emocional de sus equipos. Un reciente análisis académico de BIU University Miami destaca cómo la felicidad se convierte en una ventaja competitiva real.

República Dominicana, junio de 2025 — Mientras muchas organizaciones siguen midiendo su éxito sólo en términos de eficiencia o rentabilidad, una nueva variable está cobrando protagonismo: la felicidad laboral. Lejos de ser una moda, representa una ventaja competitiva real, según el análisis del Dr. Diego Apolo Buenaño, docente e investigador en gestión humana y desarrollo organizacional de BIU University Miami. “Una empresa feliz no es la que evita los problemas, sino la que sabe gestionarlos con empatía, escucha activa y coherencia. La felicidad organizacional no es un beneficio extra: es una estrategia inteligente”, sostiene el Dr. Apolo.

República Dominicana: el momento de pensar en lo humano

En un país donde la informalidad laboral y la desconexión emocional limitan la fidelización del talento, surge una nueva visión: el bienestar de los colaboradores como motor de crecimiento empresarial. El Dr. Diego Apolo, experto de BIU University, señala que “las empresas más exitosas serán aquellas que logren alinear cultura interna, propósito y bienestar emocional”.

En República Dominicana, más del 60% de los trabajadores aseguran no sentirse emocionalmente conectados con su lugar de trabajo, lo que repercute directamente en rotación, ausentismo y baja productividad, según informes del Barómetro de Talento. El enfoque de BIU propone formar líderes con habilidades blandas como la empatía, la escucha activa y la toma de decisiones conscientes: competencias clave para un entorno laboral humano y sostenible.

Prácticas que construyen entornos positivos

El experto señala que las empresas más avanzadas en bienestar laboral están apostando por:

● Flexibilidad horaria real y autonomía para el trabajo

● Políticas de reconocimiento basadas en logros y no solo en cifras

● Programas de formación emocional para líderes intermedios

● Comunicación interna empática, coherente y horizontal

● Rutas de crecimiento profesional que consideren los sueños del colaborador, no solo las metas del negocio.

La gestión de la felicidad no exige grandes presupuestos, pero sí compromiso real de la alta dirección. Es una decisión estratégica que impacta los resultados y la reputación, afirma Apolo.

La felicidad también se mide (y genera rentabilidad)

Diversos estudios citados evidencian que la felicidad y el bienestar organizacional no son conceptos abstractos, sino estrategias medibles con impacto económico. Por ejemplo:

● Los empleados felices son un 31% más productivos y generan un 37% más en ventas, según Harvard Business Review.

● Las empresas con alto compromiso emocional reducen el ausentismo en un 81% y mejoran la calidad en un 64%, de acuerdo con Gallup.

● Las organizaciones con climas laborales positivos aumentan su capacidad de retener talento clave y atraer profesionales jóvenes con propósito.

● El «Work Wellbeing Score», desarrollado por Indeed en colaboración con la Universidad de Oxford, clasifica a las 100 principales empresas públicas según el bienestar laboral. Estas empresas superaron a los principales índices bursátiles como el S&P 500 y el Nasdaq, demostrando que un enfoque en el bienestar de los empleados puede traducirse en un mejor desempeño financiero.

Numerosos datos, demuestran cómo las empresas con culturas organizacionales positivas registran mayor fidelización de clientes y equipos más resilientes ante crisis. Pero más allá de los números, el Dr. Apolo subraya que la felicidad es también una construcción simbólica: “Tiene que ver con el sentido, con sentir que nuestro trabajo importa y que somos parte de algo más grande que nosotros mismos”.

Liderar con propósito: una competencia del futuro

Para Apolo, el liderazgo organizacional del siglo XXI no se puede entender sin el desarrollo de habilidades humanas como la empatía, la comunicación emocional, la escucha activa o la toma de decisiones conscientes. Un tipo de liderazgo que, como señala, no se improvisa, se forma. Los líderes que vienen deben saber leer a las personas, no solo interpretar balances. Y eso implica una transformación profunda en cómo educamos y formamos talento desde hoy. Este enfoque formativo es parte del ADN de BIU University University, que impulsa programas académicos con un fuerte énfasis en la inteligencia emocional, la ética del liderazgo y el diseño organizacional centrado en las personas.

¿Cómo se mide la felicidad organizacional?

El Dr. Apolo propone una matriz de indicadores que permite evaluar el impacto real de estas estrategias en tres niveles:

● Identidad institucional: ¿la cultura interna refleja los valores declarados?

● Imagen percibida: ¿cómo es vista la organización por clientes y colaboradores?

● Reputación corporativa: ¿qué tan coherente es lo que la empresa dice, hace y proyecta?

Estas métricas ayudan a visibilizar tanto el retorno financiero como el capital emocional que se genera cuando el bienestar se convierte en política organizacional.

 

Acerca de BIU University

El enfoque de aprendizaje en Broward International University (BIU), guiado por un equipo de profesores expertos, combina clases sincrónicas y asincrónicas para ofrecer una experiencia educativa completa. Este enfoque integra una amplia variedad de herramientas dialógicas y de debate, incluyendo foros de discusión, proyectos y tareas tanto grupales como individuales, chats semanales y sesiones regulares de video en tiempo real. Además, se utilizan estudios de casos y aprendizaje basado en proyectos, así como simulaciones.

De este modo, los estudiantes disfrutan de un ecosistema de aprendizaje enriquecedor que les permite interactuar con diferentes formatos y dinámicas del mundo empresarial real. Esta metodología no solo fomenta la colaboración y el pensamiento crítico, sino que también prepara a los alumnos para enfrentar los desafíos del entorno laboral actual.